El musical, Los Puentes de Madison llega a España y concretamente al Teatro EDP Gran Vía de Madrid. Madrid se convierte en la capital de los musicales y entre ellos se encuentra el estreno de uno de los más esperados de la temporada. LOS PUENTES DE MADISON.
El musical está basado en la exitosa novela de Robert James Waller, inmortalizada en el cine por Clint Eastwood y Meryl Streep. El musical, con la dirección artística de Alberto Negrin y la dirección musical de Gerardo Gardelin, cuenta con dos Premios Tony a la Mejor Composición Original y Mejor Orquestación.
Una gran producción que se estrenará en noviembre en el Teatro EDP Gran Vía de Madrid.
Los Puentes de Madison, una de las historias más emblemáticas del cine de todos los tiempos, llega a España convertida en un gran musical. Su adaptación se plantea como una reflexión sobre el destino, la libertad y la valentía de amar, donde un dilema arrebatador nos lleva a plantearnos nuestra forma de vivir.
Esta producción adapta al español, por primera vez, el libreto original que Marsha Norman creó en 2014 para su estreno en Broadway, y la composición musical de Jason Robert Brown, que fue galardonada con dos Premios Tony a la Mejor Composición Original y Mejor Orquestación.
El musical, que está basado en la exitosa novela de Robert James Waller y que Clint Eastwood llevó al cine en 1995, enfoca la historia desde un prisma diferente. Esta versión de Los Puentes de Madison se aleja de la visión nostálgica del amor fallido que plantea la película y aborda, desde la historia de amor entre una ama de casa y un fotógrafo viajero, una reflexión sobre el destino, la libertad de tomar decisiones y la valentía y generosidad de amar. La acción, ambientada en 1965, se desarrolla durante tres días en Iowa, un mundo rural que alberga un mítico puente que tomará mucha simbología.
En esta adaptación española, la obra se sintetiza para mantener una atmósfera de inquietante belleza y emoción en la que el espectador se verá envuelto en el dilema enloquecedor que vive la protagonista Francesca. Los Puentes de Madison, El Musical es una producción de Mad Brigde, que pone al frente de la misma a Alberto Negrin como director artístico y escenógrafo, y a Gerardo Gardelin como director musical.
Alberto Negrin es escenógrafo, arquitecto, urbanista, dibujante, pintor y uno de los diseñadores multidimensionales de su generación que puede abarcar distintos campos de la creación. Innova en mágicos proyectos teatrales que combinan diseño y arte para el espectador. Su mundo es el espacio, donde los únicos límites son las leyes del tiempo y la representación. Sus proyectos aúnan la tradición con la tecnología, constituyen auténticas máquinas hacedoras de ilusiones y dan respuestas singulares que producen un verdadero testimonio cultural de su época.
Fue galardonado por el diseño de Cabaret, con dirección de Sam Mendes, en el célebre Folies Bergère de París, donde también se consagró por la remodelación del mítico teatro de 1869. Ha trabajado en grandes teatros del mundo y ha diseñado innumerables puestas en escena: Guerra de los Roses, Lluvia Constante, Amadeus, Novecento, Cabaret, Departamento de Soltero y Los Bonobos, entre otras. Su obra ha sido ampliamente galardonada.
Gerardo Gardelin es director musical, compositor, arreglador y pianista. De un currículum inmenso y multipremiado, resaltamos que fue el director musical de obras como Cabaret, Sunset Boulevard, Sugar, Ghost, Mamma mia, La bella y la bestia, El fantasma de la ópera y Chicago, entre otras.
Apoyada en una potente puesta en escena y soberbias voces de un elenco, que se dará a conocer próximamente, Los Puentes de Madison, El Musical promete ser una de las grandes apuestas de la oferta de musicales para la próxima temporada en Madrid, cuyas entradas ya están a la venta.
SINOPSIS:
Francesca había sido una novia de guerra en Nápoles. Su futuro esposo debía ser Paolo, pero él nunca regresó del campo de batalla. Poco tiempo después conoce a Bud y se casa con él con la esperanza de lograr una vida mejor al otro lado del océano. Más tarde, con su matrimonio de dos décadas y dos rebeldes hijos adolescentes, un encuentro inesperado le hará cuestionar su propia existencia. Durante cuatro días, en los que el marido y los hijos se ausentan para asistir a una feria, su vida dará un vuelco y cambiará para siempre.
LA MUSICA DEL ESPECTACULO:
La partitura de ‘Los Puentes de Madison’, de Jason Robert Brown, es una composición de poderosa intensidad e impecable refinamiento.
Una escritura musical que agrega espesor a la historia de dos almas y dos mundos antagónicos que se encuentran en circunstancias tan imprevistas como improbables. El europeo de Francesca, por un lado, representado por melodías, armonías y ritmos (‘Hacer un hogar’, ‘¿Cómo llamar un hombre así?’, ‘Casi real’) que acentúan el bagaje emocional que emana de las raíces propias de la historia de la heroína, y una música de amplísimo registro vocal donde cada nota sale del corazón. En contrapunto, se presenta el mundo de Robert, América, con una épica folklórica imbuida de su experiencia como fotógrafo documentalista, a través de canciones como ‘Todo se va’, ‘Quieres saber’, ‘Un segundo y un mundo por andar’.
La orquestación es muy inteligente: guitarras, mandolina, percusión, piano y teclados, a los que se suman, para enmarcar secuencias inolvidables, las cuerdas del violín, cello y contrabajo, sonidos que sellan, como bajo la fuerza de un hechizo, la unión de estos dos mundos.
La partitura de Brown también remite a la música country del interior de los Estados Unidos, del ambiente rural inconmensurable y aldeano a donde llega Francesca a vivir, y a la música blues, aquella que sonaba, dulce y sugestivamente, en las radios hacia mediados de la década de los ´60. Es, sin dudas, una partitura rigurosamente lograda que da voz y legitimidad a cada uno de los personajes a lo largo de toda la representación.
En lo que toca a la pura historia de amor entre Francesca y Robert, traza el exacto recorrido que ilustra y sublima, en formidables dúos de amor, aquello que, si bien pareciera poder acontecer de manera efímera en el marco de una cotidianeidad arrasadora que condena todo al olvido, permanecerá, sin embargo, para siempre, como una eterna llama de amor que ni siquiera la muerte podrá apagar. A.N.
LA ESCENOGRAFÍA:
La puesta en escena estará intensamente sostenida por una escenografía que convertirá el escenario en un espacio de planta circular.
Una envolvente curva será el marco que, paradójicamente, creará la inmensidad y la frontera del mundo de Francesca, la protagonista de esta gran historia. Si bien ilimitado geográficamente, no dejará de ser un espacio que la rodea y encierra. Sin aristas, repetitivo y protector, allí estará todo cuanto ella acepta y atesora. Allí también, contra toda expectativa, llegará el huracán de lo nuevo que en los inolvidables cuatro días de la historia de la obra hará de Francesca una mujer para siempre escindida.
La escenografía rememorará las imágenes naturalistas de la película, a fin de convocar a la memoria emotiva de muchos espectadores que hayan disfrutado de la película y la atesoren en su corazón. Pero tendrá, también, su personalidad, novedad y autenticidad teatral, con efectos de proyecciones y minuciosos detalles en las variadas configuraciones espaciales que se sucederán en el vasto rango de escenas a través de las cuales se desarrollará la obra.
Una cuidadosa maquinaria escénica y compleja automatización de pisos permitirán que todos los cambios sean ejecutados a vista de público, a fin de provocar una cabal inmersión del espectador en la trama.
El espacio se transformará y surgirá la aparición de las dos locaciones más importantes de la historia: la casa, ubicada en el campo cercano a un pequeño pueblo del Condado de Madison, y el célebre Puente de Roseman. Ese puente rojizo, de listones de madera cruzados y techo abovedado, testigo de la memorable historia de amor del fotógrafo de la National Geographic y del ama de casa pueblerina, será la metáfora del inquebrantable vínculo de los amantes. Aquello que une, pero que también separa, trasciende, y perdura para siempre.
EQUIPO ARTISTICO:
DIRECCIÓN ARTÍSTICA: Alberto Negrin. Escenógrafo
DIRECCIÓN MUSICAL: Gerardo Gardelin. Director musical
LOS PROTAGONISTAS:
Nina – Francesca
Gerónimo Rauch – Robert
Julia Möller – Alternante Francesca
Carlos Solano – Alternante Robert
Marta Valverde – Marge
Manu Rodríguez – Bud
José Navar – Charlie y Cover de Bud
Paula Mori – Carolyn
Franco Yan – Michael
Inma Mira – Marian, Cantante de Feria, Cover de Marge
Nando González – Cantante de Feria, Cover de Charlie, Cover de Bud
Alba Roben – Marian, Cantante de Feria, Cover de Carolyn
Rubén López – Asistente de Feria, Cover de Michael, Cover Cantante de Feria
Enero es el mes para descubrir LOS PUENTES DE MADISON, EL MUSICAL en el Teatro EDP Gran Vía de Madrid.