Los cómicos Carlos Ramos, José Andrés y Salomón permanecen por octava temporada en la cartelera de teatros de Madrid con ‘Corta el Cable Rojo’, un sorprendente espectáculo pletórico de improvisación y carcajadas inacabables. Y todo ello con la complicidad y la imprescindible colaboración del público que llena la sala cada día. Más de 600 funciones avalan la calidad y el atractivo de esta creación escénica.
Con toda probabilidad, puede decirse que esta comedia es una de las pocas en la que nunca conocerás con anticipación cuál será el final, el principio, el prólogo, el epílogo o los momentos cómicos que inundan todo el show. De verdad son irrepetibles porque siempre se renuevan de una función a otra, con enormes dosis de originalidad.
¿Qué tiene de extraordinario ‘Corta el Cable Rojo’? No es fácil contestar a semejante pregunta y más bien habría que plantearse qué es lo que tienen de tópico o de convencional las funciones de Carlos Ramos, José Andrés y Salomón. Esencialmente, este espectáculo de comedia no se parece a nada de lo que hayas visto nunca, ni siquiera a sí mismo, ya que cada una de las funciones es diferente a la anterior, a la otra, a la siguiente o a la que sea.
Este show es un descomunal despliegue de improvisación en el que sus intérpretes generan nuevas situaciones, ideas, gags y carcajadas, con base en las aportaciones del público. De ahí que cada noche ‘Corta el cable rojo’ sea diferente y encierre nuevas sorpresas, en torno a la inagotable capacidad de improvisar de nuestros protagonistas y de la participación de un público siempre entregado a esta representación, nueva, emergente y diferenciada.
Todos los lunes, viernes, sábados y domingos, podemos vivir nuevas funciones en las que estos profesionales de la creación y del humor desafían los límites humanos y siderales de la creatividad y de la imaginación sobre el escenario del Pequeño Teatro Gran Vía.